¿Qué son las creencias limitantes?
Las creencias limitantes son creencias que nos limitan de alguna manera. A menudo se refieren a nosotros mismos y nuestra identidad propia, pero también pueden ser sobre otros o el mundo en general.
Las creencias limitantes son realmente dañinas porque sirven para limitarnos al clasificarnos en categorías estrechas, haciéndonos juzgar a nosotros mismos en lo que merecemos y no merecemos, de lo que somos capaces o no y al limitarnos a vivir dentro de ciertas normas sociales o estructuras de valores.
Llevar nociones preconcebidas sobre los demás nos limitará de manera similar. Si percibimos a alguien como egoísta, no le pediremos ayuda. Si los vemos como superiores, no los desafiaremos.
En relación con esto, las suposiciones sobre el mundo en general pueden restringirnos. Por ejemplo, si creemos que los aviones son demasiado peligrosos, se nos roba la oportunidad de viajar en avión para experimentar mucho de lo que el mundo tiene para ofrecer.
Al identificar tus creencias limitantes, puedes localizar los obstáculos invisibles que te detienen. Hay algunos factores influyentes que nos guían cuando limitamos las creencias.
Una de ellas es la experiencia. Actuamos, algo sucede, y sacamos conclusiones. Cuando somos jóvenes o nuevos en experimentar algo, a menudo ponemos demasiado valor en la correlación entre acción y resultado.
Nuestros cerebros están conectados para pensar de esta manera una forma de protección, construimos creencias más rápido a partir de experiencias dañinas.
Otro factor es la educación. Nuestras creencias a menudo se forman alrededor de las de los maestros, padres o compañeros cuando no tenemos experiencia relevante. Las creencias de los demás no siempre son correctas, y no siempre son las más beneficiosas para nosotros.
Que le digan que algo está “mal” puede evitar que lo explore para obtener experiencias o conocimientos útiles.
La lógica defectuosa también es un factor en nuestra toma de decisiones. Las estimaciones de retorno de la inversión pesan la inversión de tiempo, esfuerzo y dinero contra la probabilidad de un resultado favorable.
A menudo cometemos errores de decisión, incluyendo la estimación errónea de probabilidades y la generalización excesiva con pequeñas cantidades de datos.
Una razón por la que usamos una lógica defectuosa que limita las creencias es para excusarnos de nuestros fracasos percibidos. Si algo no funciona, formamos creencias limitantes para dejarnos sin culpa.
Esto nos duele porque no aprendemos de la experiencia y restringimos nuestras opciones en el futuro.
El miedo es otro factor importante en nuestras creencias y en la toma de decisiones. El componente social pesa mucho en la forma crítica potencial, el ridículo o el rechazo, lo que nos lleva a evitar muchas decisiones.
Identificar tus creencias limitantes te permite adoptar un enfoque más realista, abierto y sin restricciones en tu vida.